Nicholas Winton:
Sir por su hazaña, es hijo de inmigrantes de origen judío. Se preparó para ser agente
de bolsa, que era el trabajo que desempeñaba cuando estaba a punto de irse a esquiar a Suiza por vacaciones.
Entonces, una llamada de teléfono le cambió la vida: era su amigo Martin Blake, que le pedía ayuda para su comité de refugiados de Chescoslovaquia, invadida ya por los nazis. Acudió raudo en su ayuda y una vez allí se dió cuenta de que no había ningún plan pensado que se ocupara del traslado de los niños.
Contactó con el Movimiento de Niños Refugiados de Londres para solicitar su apoyo. Esta organización se encargaba de conseguir el alojamiento y el dinero que exigía el gobierno británico como garantía para dar cobijo a los refugiados perseguidos por los nazis.
El único requisito que se exigía era tener un lugar en donde alojarse y un depósito de 50 libras de entonces (unos 1.300 euros de hoy) por niño como garantía (para el pasaje de vuelta ante un eventual regreso del niño a su país de origen).
A Nicholas le pasó como a Schindler, entró en un bucle frenético contra el tiempo: centenares de padres, enterados de su plan de salvación de niños, contactaron con él para rogarle que salvase a sus hijos.
En 9 meses consiguió evacuar a 669 niños en 8 trenes cuyo destino era la salvación: Londres. Una curiosidad, entre ellos viajaba el que luego sería afamado director de cine de La mujer del teniente francés, Karel Reisz.
Héroe en secreto
En un efecto mariposa impresionante, estos 669 niños salvados dieron lugar a más de 5.000 niños nuevos. Pero como toda buena historia de salvación, también tiene su punto negro.
A Nicholas le falló un tren, el último. Londres declaró la guerra a Alemania justo antes de que el último tren con 250 niños a bordo pudiera efectuar su salida. Nadie les volvió a ver. Y allí, en la estación de tren de la calle Liverpool de Londres, quedaron sus familias esperando un convoy que jamás llegaría a su destino por un solo fatídico día. ”Si el tren hubiera partido un día antes podría haber cumplido su trayecto”, se lamentaba Winton.
Pasaron 50 años sin que Nicholas Winton contase a nadie lo que había hecho por todos estos niños, pero su mujer, Greta, descubrió un maletín que contenía toda la documentación con los nombres de los niños y las cartas de agradecimiento de sus padres.
Ahí saltó todo: La reina Isabel II reconoció su gesta otorgándole el título de Sir. “Mantuve lo que hice en secreto, incluso para mi familia, y no voy a hablar con nadie sobre ello hasta que se haga el anuncio oficial”, fueron las palabras por aquel entonces de Nicholas.
Memorial: 107 Roses, 27 'Children' with second and third generations.
Nicholas
Winton was born on 19 May 1909
and died on 1st July 2015 aged 106.
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